"La historia del origen del Red Velvet Cake o Tarta de Terciopelo Rojo, se ha convertido en un pequeño misterio, aunque existen algunos libros de cocina de principios del siglo XX donde se nombra ya este bizcocho. Diferentes historias lo sitúan en el Sur de Estados Unidos, en el Norte o incluso en Canadá.En aquella época se solían poner nombres atractivos a los postres para excitar los paladares. “Velvet" o terciopelo, se les llamaba a los pasteles de miga muy fina y "Red" a los pasteles en los que se usaba "red sugar" (azúcar moreno), en lugar del azúcar blanco.Una teoría apunta que después de la Primera Guerra Mundial, las consecuencias económicas obligaron a los reposteros sureños a introducir remolacha entre los ingredientes de los pasteles para mejorar su aspecto, siendo éste el origen de la Red Velvet Cake.Otra hipótesis sobre su origen la sitúa en la Cadena Eaton de Canadá donde sus empleados tenían prohibido revelar la receta, secreto familiar.A mí que me gustan las leyendas urbanas, me ha fascinado la que sitúa la fama de esta tarta en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. En los 50, una mujer quedó fascinada con el sabor de este pastel y solicitó la receta en el hotel. El chef se la cedió, pero cuando la mujer estaba lista para dejar el hotel, había un elevado cobro en su factura en concepto de la fórmula del famoso pastel. Como venganza decidió enviar una carta en cadena a todas sus amistades con el ánimo de popularizar la receta.En 1989 este pastel de terciopelo rojo recobró su popularidad al aparecer en la película Magnolias de Acero, donde una joven Julia Roberts aparece con un postre nupcial muy especial, el Red Velvet Cake.Sea cual su origen, bienvenida sea, es una maravilla a la vista y al paladar que repetiré sin duda.
"Tenía muchísimas ganas de hacer este postre. Me decidí por los mini-cupcakes para estrenar el molde que había comprado y por probarla por primera vez en bocados pequeños. Mi pequeñina malita en casa no tuvo mejor forma de olvidarse por un rato de su barriguina y así mano a mano, terminamos la masa del bizcocho, horno y decoración casi toda hecha por ella, si dejo rienda suelta a su imaginación... no me llega el frosting!."
RECETA
Ingredientes bizcocho:
- 60 gr. mantequilla
- 1 huevo
- 145 gr. azúcar
- 125 ml. buttermilk
- 145 gr. harina
- 1 c/c cacao
- 1/2 c/s bicarbonato
- 1 c/c vinagre
- 1 c/c esencia de vainilla
- Colorante rojo (Americolor Extra Red)
Ingredientes de la crema de mascarpone:
- 250 gr. de mascarpone
- 3-4 c/s azúcar glass
- 200 ml. nata líquida
- Azúcar
- Amaretto
Elaboración:
Lo primero es preparar el buttermilk, para ello a 125 ml. de leche le añadimos una c/c de vinagre.
Batimos la mantequilla con el azúcar, cuando esté bien integrada añadimos el huevo y batimos hasta conseguir una masa blanquecina.
Añadimos un poco de buttermilk y seguimos batiendo, agregamos la esencia de vainilla y el cacao y la harina tamizada. Seguimos batiendo e incorporamos el resto del buttermilk.
En un bol aparte añadimos el vinagre y el bicarbonato y cuando burbujee lo añadimos a la masa, integramos y añadimos el colorante.
A los moldes y al hono a 160º hasta que estén hechos.
La crema de mascarpone nada más sencillo: montamos la nata con el azúcar por un lado y el mascarpone con el azúcar glass por otro. Mezclamos con movimientos envolventes y añadimos un poco de amaretto. Manga pastelera y a decorar!.
"CAPRICHO DE DIOSES... un sabor suave, fino y elegante muy acorde al nombre escogido, todo un lujo a la vista y al paladar. Un placer hacerlo con mi princesita y compartirlo con los chicos de la casa."