13 diciembre 2011

PASTEL DE PESCADO


"Lo llamo así porque lo podemos hacer con cualquier pescado. En este caso, se trata de un pastel de "aprovechamiento" ya que lo hice con el pescado que utilicé para hacer el fumet del arroz con marisco de mi entrada anterior.
Aquí van dos recetas en una: el fumet que utilicé para el arroz con marisco y el pastel de pescado con los restos. A mi peque, le encanta este pastel con blinis."


FUMET

Congrio
Cebolla
Puerro
Zanahoria
Gambas congeladas
Cabezas de lubina
Sal


A cocer todo con un poco de sal y pimienta blanca. Colamos. Si sobra congelamos.


PASTEL DE PESCADO

Escogemos el pescado cocido quitándole bien todas las espinas, añadimos el puerro, la cebolla, zanahoria y las gambas peladas y trituramos. Salpimentamos un poco.
Batimos 3 huevos con un brick de nata líquida y añadimos a la mezcla. Al horno a 160º durante 40 minutos más o menos o hasta que veamos que está hecho.






"CAPRICHO DE DIOSES... acompañado de salsa rosa, mahonesa... ." 

06 diciembre 2011

ARROZ CON MARISCO (PARA FERMÍN)

"... y por fin llegó el gran día!.  Desde  el  verano  preparando  la  cita con mi mentor, con el culpable o mejor dicho gracias al que hizo que hoy esté publicando otra receta. Para mi mitad un "hermano mayor", amigo en el más amplio sentido de la palabra, alguien con quien contar incondicionalmente, ése tipo de gente que cuando la conoces ya no puedes pasar sin ella y aunque mi mitad no se caracterice precisamente por expresar sus sentimientos, seguro que él lo sabe.
Fermín -que así se llama el susodicho- tiene un blog dedicado al deporte y fisioterapia en general y bici en particular. Desde su blog Cimafermin, me animó más de una vez a que yo crease uno dado mi afán por las recetinas. Ésto, junto con sus consejos para crearlo fue el impulso que necesitaba y así  nació Escuciplando. Por tanto, ¿qué mejor manera de agradecerle su apoyo que invitándole a una comidita "made in" Escuciplando?.
Como adelanté al principio de este post, la comidita se hizo de rogar, unas veces por unos y otras por otros, la cosa se iba demorando haste que el fin de semana pasado, se logró.
Compré la paellera -no la tenía tan grande- e hice una prueba anterior -de la que os dejo foto de la ración- con mi conejillo de indias particular así que lo tenía todo listo, sólo me faltaban los comensales.
Con una puntualidad británica y el vino como presente, llegaron a casa, el menú sencillo: pastel de cabracho como entrante, arroz con marisco y helado de higos de postre. Cafetín y licores caseros -que publicaré pronto- nos facilitaron la digestión y abrieron una sobremesa de lujo; no era para menos dados los invitados.
Desde aquí les agradezco a los tres la maravillosa tarde que nos hicieron pasar, esperando que se repita cuando quieran. Es más, no estaría mal que una vez al año, Escuciplando fuese enseñando sus progresos a su mentor. Queda dicho."
DEDICADA CON TODO MI CARIÑO...

RECETA


RACIÓN DE LA PRUEBA
 Ingredientes:
- 2 calamares
- 5 andaricas
- 10-12 langostinos
- un puñado de almejas
- arroz bomba
- pimiento verde
- pimiento rojo
- cebolla poca
- pulpa de pimiento choricero
- sal
- pimienta blanca
- azafrán
- colorante
- chorro de limón
- caldo de pescado (congrio, cebolla, zanahoria y alguna gamba que tenía por la nevera)

Elaboración:
Lo primero, cubrimos las almejas con agua fría para que suelten la arena. En la paellera sin aceite, sellamos los calamares troceados y damos un par de vueltas a los langostinos. Sacamos los langostinos y reservamos. Lo que nos queda pegado dará sabor al arroz.
Añadimos un poquito de cebolla, pimiento verde y rojo y dejamos que vayan pochando. Salpimentamos. Cuando esté pochado, añadimos un par de cucharadas de pimiento choricero y rehogamos bien. Añadimos el arroz y rehogamos de nuevo, cuando esté un poco tostado añadimos el caldo de pescado, dejamos que de el primer hervor y bajamos el fuego, añadimos el azafrán, un poco de colorante y un chorro de limón para que el arroz quede suelto.
Transcurridos más o menos 10 minutos añadimos los langostinos y andaricas. Cinco minutos después, añadimos las almejas. Cinco minutos más y apagamos. Dejamos reposar y a la mesa!!!


"CAPRICHO DE DIOSES... sin duda alguna... la compañía."
 

02 diciembre 2011

¿TENER RAZÓN O SER FELIZ?

Según me ha llegado este mail, no he podido resistir la tentación de publicarlo. Como todo lo que me hace pensar, le he dado vueltas y mi respuesta es clara: Prefiero ser feliz, aunque no es tan fácil, por lo menos en mi caso; de hecho a veces -menos de las que debiera seguramente-, adopto un comportamiento similar al de la chica de la historia.
Tomaré buena nota de esta actitud para tenerla en cuenta en la multitud de situaciones que se me presentan a diario en las que puedo escoger si "achantar todos los picos" -frase célebre de mi padre-, o ser feliz.
En mi caso concreto, se trata de conseguir que sea un comportamiento inconsciente, que me salga sólo, ahí está mi reto.


"8 p.m. en una concurrida avenida. Una pareja va retrasada para cenar con unos amigos. La dirección es en un rumbo que no suelen frecuentar por lo que ella consultó el mapa antes de salir. Él conduce y ella le orienta, y le indica que gire en la siguiente calle a la izquierda. Él argumenta muy seguro que es hacia la derecha. Inicia la discusión y casi al instante ella calla y él decide girar a la derecha. En pocos minutos él se da cuenta de que estaba equivocado. Aunque es difícil, admite que tomó el camino equivocado, al tiempo que inicia el retorno. Ella en silencio, le sonríe con camaradería. Una vez que llegaron a la cita se disculparon por el retraso. La noche transcurrió grata y amena. Cuando habían emprendido el camino de regreso, él comenta:
- Tú estabas segura de que tomaba el camino equivocado, ¿por qué no insististe para que me fuera por el correcto?
Ella responde:
- Porque íbamos retrasados y el tráfico estaba tan congestionado, que los ánimos estaban calentándose, estábamos a punto de una agria discusión y si insistía más habría estropeado la noche, y entre Tener Razón o Ser Feliz, prefiero Ser Feliz.
Esta historia fue contada por una directora empresarial durante una conferencia sobre la simplicidad en el mundo del trabajo. Ella utilizó el escenario para ilustrar la cantidad de energía que gastamos sólo para demostrar que tenemos razón, independientemente de tenerla o no. Desde entonces, me pregunto más a menudo:
"¿Quiero ser feliz o tener razón?"

Y tú, qué prefieres???