PARA NOSOTRAS

No me defino como feminista aunque soy consciente del valioso aporte que este movimiento hace por las mujeres, y que si hoy estamos donde estamos es gracias a la lucha de muchos años, pero bueno, ése es un tema laaargo que necesitaría un blog sólo para él. Bajo este prisma lo más fácil es pensar que soy machista -hoy en día o estás a favor o en contra, no existen los grises en estos temas-, lo que resumiría equivocadamente mis ideas. A los que os interese un poco conocerlas os daré unas pinceladas: Uno, no me gustan los extremos, y dos, pidiendo generalidades, perdemos particularidades que nos hacen como poco, especiales, y yo no estoy dispuesta a perder este halo que nos hace, a nosotras, distintas, ni mejores ni peores, distintas. ¿O acaso no lo somos?.

A estas alturas de siglo, atenta contra mi inteligencia todo aquél o aquella que disfraza la caballerosidad, galantería, el "tú primero" con elegancia, el mimo, etc. de machismo, de ir en contra del progreso de las mujeres. ¿Qué es que no nos comportamos así con la gente que queremos, sean amigos, hijos o padres?. A mí me encanta cuando cansada, me echo en el sofá y mi padre me tapa, me encanta que me cuente como mi abuelo, todas las mañanas llevaba el café a mi abuela a la cama, pero cuidado que si fuera al revés, seguro que oiríamos a alguien el típico: "yo no soy tu criada, etc..." .

Lo tengo muy claro y a estas alturas de la película, nadie me va a discutir que mis derechos son los mismos que los de la persona que tengo al lado, pero por favor, no caigamos en lo absurdo... dejemos que de vez en cuando nos regalen los oídos, nos digan lo bonitas que somos y lo imprescindibles que somos para alguien, y vosotros -o vosotras, los que nos queréis- por favor, decídnoslo... .

Dicho esto, me váis a permitir que nos dedique, a "nosotras" estas palabras de Mario Vargas Llosa... .

"A ELLAS, PARA ELLAS"

   

    Todas las flores del desierto están cerca de la luz.

    Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran.

    Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo.

    Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio o se compran bolsos en tiendas de saldo.

    Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de chino.

    Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran solo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento.

    Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden cuántas patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas.

    Las preciosas damas de chandal de domingo.

    Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz.

    Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico y esperan al novio ilusionadas con vestidos de fresas.

    Y se ríen libres de los chistes de la tele y se tragan el fútbol a cambio de un beso.

    Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las sonrisas mirando a los ojos y cruzan las piernas y arquean la espalda.

    Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos.

    Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni lápices.

    Las flores del desierto son las que están a tu lado.

    Las que te aman y las que amamos.

    Solo hay que saber mirar mas allá del tipazo, de los ojazos, de las piernas torneadas, de los pechos de vértigo.

    Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigo de la forma y enemigo del alma.

    Vértigo de divas y llanto de princesas.

   

    La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad...

   

PARA ESAS MUJERES...

                               MARIO VARGAS LLOSA - Premio Nobel de Literatura 2010

A mí me ha animado el día... . Esta vez, no pido que reflexionéis sino que sea un tema de conversación. Invitaría a dos amigos a discutirlo con un vino en la Tasca, pero los tengo lejos, lo apunto para cuando vuelvan... . Estoy segura que le darán alguna vuelta y me harán pensar... .