07 agosto 2013

SÉSAMO CARAMELIZADO

"En un puesto medieval en plena fiesta de "Exconxurados" –pinchad aquí-, encontramos sésamo, pipas y demás semillas caramelizadas. Probé de todo y escuché lo que aquel artesano nos enseñaba sobre las bondades de cada una de ellas;  me encantó el sabor del sésamo, me compré dos bolsitas y me dije a mí misma que no podía ser tan difícil. Dicho y hecho, igual de rico y mucho más barato. Aquí os dejo cómo lo hice no sin antes adentrarnos un poco en su origen.
El sésamo o ajonjolí es una pequeña semilla oleaginosa cuya procedencia se otorga a África y la India. En tiempos remotos se utilizaba para espesar los alimentos y dar un sabor especial a las comidas. Parece ser que la conocieron los habitantes que residían a orillas de los ríos Tigris y Éufrates y llegó a América de la mano de los esclavos africanos. 
Estas semillas son muy adecuadas para regular los niveles de colesterol; el sésamo aporta además hierro, proteínas, calcio, zinc y fibra, por lo que estimula la digestión, aumenta la inmunidad natural y es un estupendo reconstituyente. Es un excelente complemento nutritivo para quienes están sometidos a gran actividad mental o intelectual y desean mantener un buen rendimiento. Contrarresta el insomnio, depresión nerviosa, melancolía, estrés, perdida de la memoria, agotamiento mental, irritabilidad.
Las semillas de ajonjolí no tienen aceite esencial, por lo tanto no son aromáticas. Saben a nuez -particularmente después de tostarlas-, con un gustillo suave y dulce."




"Curiosidad: El término “ábrete sésamo” apareció por primera vez en el libro árabe “Las mil y una noches”. La frase se refiere a la habilidad de la semilla de abrirse al mínimo toque cuando están maduras."





RECETA

Ingredientes: (misma cantidad de uno que de otro)
- Sésamo
- Azúcar 

Elaboración:
En una sartén antiadherente echamos el sésamo que tueste ligeramente pero muy poco, en ese momento echamos el azúcar y no dejamos de remover hasta que caramelice. En cuanto el caramelo esté muy clarito, lo sacamos del fuego y lo echamos en papel sulfurizado extendiéndolo bien con dos cucharas de maderas e intentando separarlo. Dejamos enfriar.
Cuando esté frío podemos utilizar una bolsa y darle pequeños golpes con un rodillo para acabar de separar las semillas pero con cuidado de no triturarlo.


"CAPRICHO DE DIOSES... en el desayuno, mezclando un par de cucharadas con yogur, en ensalada, aunque a mí picotearlo así, sin nada, me encanta... ."

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