Según me ha llegado este mail, no he podido resistir la tentación de publicarlo. Como todo lo que me hace pensar, le he dado vueltas y mi respuesta es clara: Prefiero ser feliz, aunque no es tan fácil, por lo menos en mi caso; de hecho a veces -menos de las que debiera seguramente-, adopto un comportamiento similar al de la chica de la historia.
Tomaré buena nota de esta actitud para tenerla en cuenta en la multitud de situaciones que se me presentan a diario en las que puedo escoger si "achantar todos los picos" -frase célebre de mi padre-, o ser feliz.
En mi caso concreto, se trata de conseguir que sea un comportamiento inconsciente, que me salga sólo, ahí está mi reto.
"8 p.m. en una concurrida avenida. Una pareja va retrasada para cenar con unos amigos. La dirección es en un rumbo que no suelen frecuentar por lo que ella consultó el mapa antes de salir. Él conduce y ella le orienta, y le indica que gire en la siguiente calle a la izquierda. Él argumenta muy seguro que es hacia la derecha. Inicia la discusión y casi al instante ella calla y él decide girar a la derecha. En pocos minutos él se da cuenta de que estaba equivocado. Aunque es difícil, admite que tomó el camino equivocado, al tiempo que inicia el retorno. Ella en silencio, le sonríe con camaradería. Una vez que llegaron a la cita se disculparon por el retraso. La noche transcurrió grata y amena. Cuando habían emprendido el camino de regreso, él comenta:
- Tú estabas segura de que tomaba el camino equivocado, ¿por qué no insististe para que me fuera por el correcto?
Ella responde:
- Porque íbamos retrasados y el tráfico estaba tan congestionado, que los ánimos estaban calentándose, estábamos a punto de una agria discusión y si insistía más habría estropeado la noche, y entre Tener Razón o Ser Feliz, prefiero Ser Feliz.
Esta historia fue contada por una directora empresarial durante una conferencia sobre la simplicidad en el mundo del trabajo. Ella utilizó el escenario para ilustrar la cantidad de energía que gastamos sólo para demostrar que tenemos razón, independientemente de tenerla o no. Desde entonces, me pregunto más a menudo:
"¿Quiero ser feliz o tener razón?"
Y tú, qué prefieres???