CEBOLLAS RELLENAS

"Acabo de hacerla y no puedo esperar más para publicarla. Tengo que agradecer esta delicia a varias personas todas ellas vinculadas a mí a través de mi hermanita. A través de su suegro conseguí las cebollas, asturianas y pequeñinas y a través de su amiga la receta, así que gracias "abu Juan" por las cebollas y gracias Marlen por la receta.

Llevaba tiempo con ganas de probar las famosas cebollas rellenas, y como mi hermana se acuerda de todo, un día me dijo que Marlen las hacía exquisitas. Ni corta ni perezosa le pedí la receta y como ella es un encanto, no sólo me dio la receta sino que me la explicó como me gusta a mí, al detalle.

Coincidió que en estos días, el abu Juan como llamamos en casa al abuelo de mi sobrina, que aparte de a su nieta, nos mima mucho a todos, se presentó en casa de mi madre con un montón de cebollas que mi madre como siempre, repartió. A mí me tocaron unas cuantas y al verlas tan guapinas, pequeñas, asturianas,... tal como me dijo Marlen, se me iluminó la bombilla y hete aquí la cena de hoy.

Tal y como me dijo en su momento, no deben saber a cebolla y para ello deben cocerse despacio, sin prisa y durante largo tiempo para que estén tiernas. El frío de este domingo que invitaba a estar en casa, hizo el resto. 

Sólo me queda ahora que me de su aprobación la susodicha, aunque debido al éxito, no será esta vez... . Le debo otra."

RECETA

Ingredientes:

- 6 cebollas más o menos del mismo tamaño 

- 4 huevos

- 3-4 latas de bonito 

- 1 bote de tomate frito -casero a poder ser-

- 1 pimiento rojo

- 1 pimiento verde

- vino blanco

- sal 

- pimienta

Elaboración:

Ponemos a cocer los huevos para preparar posteriormente el relleno.

Mientras tanto, abrimos las cebollas por la parte superior, guardando la tapa y vamos sacando su interior con un sacabolas, reservando el interior para la salsa. Han de quedar finitas. 

Las rellenamos con la mezcla de los huevos cocidos, el bonito y tomate frito, las tapamos y las pasamos por harina. Las pasamos bien por la zona del relleno y las freímos boca abajo para que queden selladas y no se salgan al cocer. Las freímos un poco, sacamos y reservamos.

En el aceite de freir las cebollas prepararemos la salsa con los restos de las cebollas, el pimiento rojo y verde, un poco de vino blanco y el tomate frito salpimentando al gusto. Trituramos la salsa -esto es opcional, en casa no les gusta encontrar tropezones- y colocamos las cebollas en la cazuela; las ponemos a cocer suavemente hasta que estén tiernas. En este caso, yo las tuve cociendo algo más de una hora.

"CAPRICHO DE DIOSES... aunque tengo pendiente hacerlas con la dueña de la receta y seguro que estarán todavía mejores; siguiendo sus indicaciones me han quedado escandalosamente ricas, un vino tinto acompañando y un buen trozo de pan para mojar en la salsa, una vez al año no hace daño... . "