Hoy por fin, enciendo el ordenador. No, no es que no haya cocinado ni hecho platos para publicar, que sí los he hecho aunque no me hayan salido del todo bien, todo hay que decirlo. El problema de mi falta de atención bloguera es que han sido unas navidades mágicas y no me dio tiempo, o mejor dicho el tiempo que tuve decidí invertirlo en su totalidad a disfrutarlas.
Sempre me han gustado estas fechas, me declaro incondicional de la Navidad, pero cuando ves cómo alguien que no llega al metro de altura no pestañea día tras día, te mira queriendo aprenderlo todo, esperando con entusiasmo la cena de nochebuena, el dormir fuera de casa, su cara cuando Papa Noel aporrea la puerta de casa, las campanadas, cómo se lo transmite al otro proyecto de metro cuyos ojos también lo dicen todo... , y lo más importante, la mágica explicación que les damos de cada uno de estos acontecimientos, es cuando de verdad te das cuenta del significado de la Navidad y del espíritu navideño.
Olvidémonos de crisis, de si llegamos o no a fin de mes por unos días y disfrutemos de las luces, los villancicos, los buenos deseos de la gente que te encuentras y brindemos porque el año que empieza sea mejor, aunque sólo sea un poco, que éste. A fin de cuentas, y rescatando una frase que tengo apuntada en una servilleta de algo que leí: "Qué es el menú navideño sino una mesa puesta con esmero, sacar nuestra mejor vajilla, planchar el mantel de las fiestas y brindar por la salud".
He querido publicar esta entrada hoy porque no le quiero decir adiós todavía a la Navidad 2011, porque todavía me quedan unos días para disfrutar de ella y quiero ser consciente de que lo estoy haciendo y sigo en ello. Ahora llegan los Reyes Magos, es tiempo de imaginación, de buscar no el regalo más caro sino el que demuestre que hemos pensado en la persona a la que se lo hacemos. Tiempo de agradecimiento al recibir los regalos que nos demuestran lo mismo, que han dedicado parte de su tiempo a pensar en nosotros y en lo que nos gusta, éso es lo importante. Dejemos por tanto que sean los Reyes quienes decidan nuestros regalos.
Un clásico en estas fechas que no puedo olvidar es la lista de propósitos para este año nuevo:
- Publicar al menos dos o tres entradas al mes
- Contestar todos los comentarios que me hacéis
- Comentar no sólo a los que me dejan comentarios
- Atreverme con el fondant y las galletas decoradas
- Adelgazar un par de kilos, mejor tres
- Ejercicio... ejem...
- Decir más veces "te quiero"
- Ser muy muy feliz
La mayor parte de ella es lo típico, lo que me propongo todos los años pero nunca hago, aún así sigo insistiendo. Son los dos últimos sin embargo, los que de verdad me importan y en los que pondré un año más todo mi empeño, asegurando de esta forma, otro año mágico en mi vida.
Qué tal? Os animáis con los vuestros... ?
Voy a empezar a cumplir mis propósitos recordándoos que me hacéis muy feliz con cada comentario y que habéis hecho que aunque no os conozca a todos, os quiera mucho mucho mucho... . Feliz 2012!!