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06 junio 2011

DE LA GENEROSIDAD

El fin de semana solemos aprovechar para comer un día con la familia; ese día lo que más me gusta es la sobremesa cuando entre todos “arreglamos un poco el mundo”.
Esta vez tocó la generosidad, pero generosidad en cuanto a tiempo, a ayudar, a entender y ponerse en el lugar del otro.
En este contexto, quien más quien menos considera que es generoso, que ayuda en la medida que puede. Desde un punto de vista pragmático, es así. Yo sin embargo, discrepo y a ello dedico mi post de sensaciones.
Para mí ayudar no es aprovechar esa hora libre para escuchar a ese amigo que necesita desahogar, ni ir hoy que tengo tiempo a buscar a mi sobrina al cole, ni destinar esa tarde que no sabemos qué hacer en llamar a esa amiga que no veo, a ver a la abuela, a acompañar a mi madre, etc.
Ayudar es, la mayor parte de las veces, hacer algo que no estaba previsto, dejar lo que estaba haciendo para hacer otra cosa. En definitiva, olvidarse de uno mismo y renunciar a lo que más estimamos en la vida: nuestro tiempo.
Visto así y por supuesto con un poco de autocrítica, la cosa cambia, ya no todo el mundo está dispuesto a ayudar, a ser generoso con su “valioso” tiempo.
Como os digo, es mi forma de verlo. No pertenezco a ninguna ONG, no tengo niños apadrinados, y a veces ni siquiera doy limosna. Por supuesto, no siempre lo hago bien, pero sacrifico mi también valioso tiempo en innumerables ocasiones. Tener una tarde, una mañana o un día organizado y cambiarlo en el último minuto, es “casi” la norma de mi casa. Quizá en un primer momento no agrada, pero al final el sacrificio no es tal, porque compartir el tiempo, la vida, es una acción que sólo realizamos con el alma; no es un hábito ni una costumbre, es una forma de ser… y a mí me gusta.

Este post pide otro también muy interesante, habrá que esperar a la semana que viene. Mientras tanto... buena semana a todos!!!

2 comentarios:

  1. Yo tampoco pertenezco a ninguna ONG sin embargo, ayudo a mis compañeros del pedal cuando se les estropea la bici, ellos también son generosos cediendome su herramientas amablemente, es una pena que su generosidad no abarque también algún conocimiento de mecánica.
    Un abrazo, generosa.

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  2. Gracias chatín, seguro que alguno habrá que te pueda ayudar no?? Aunque claro, el ser el boss tiene sus desventajas... todos recurren a tí. Un beso

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